martes, 28 de febrero de 2012

VIVIR CON ESPERANZA


Cuando de la alegría pasamos a la desesperación más absoluta y nuestros mundos parecen desmoronarse mientras pensamos, atónitos y casi sin creerlo, que es el fin de nuestras esperanzas, un golpe de gracia a nuestros anhelos de felicidad, es entonces cuando, en ocasiones, descubrimos que la vida es extraordinariamente preciosa y que no vale la pena de caer en el oscuro abismo que abre la desazón de los actos que contravienen un derecho tan vital, tan esencial, como es el derecho a ser feliz.

No permitas que nadie desdibuje ni acabe con la sonrisa que tanto te ha costado encontrar. No permitas que tu alma, limpia, sea mancillada por aquellos egoismos banales, esgrimidos por quienes pretenden alzarse en todopoderosos doctores de una "verdad" vestida de farsa, en virtud de un modo de hacer, de una inercia, carente en todo momento de amor y respeto a los demás.

No dejes de sonreir jamás.