martes, 24 de marzo de 2009

TIEMPO DE SEMANA SANTA

Es tiempo de Semana Santa y para mí, ésta va indefectiblemente vinculada a la Ciudad que me vio nacer.
No recuerdo otra Semana Santa que no sea la de Úbeda. No he vivido otra Semana Santa más que esta. A mis 33, no he sentido el más mínimo interés en estar en otro sitio, en otra ciudad, en otro lugar que no sea Úbeda durante los días de Pasión.
Puede parecer ridículo, cateto e incluso chovinista, no lo voy a negar. Sin embargo hay algo dentro de mí que, en estas semanas previas, remueve mi interior y me hace arder en deseos de conocer, devorar, engullir, todo aquello que sé, sobradamente, se está cociendo en mi tierra.
No es algo nuevo. Me he criado y he crecido en ese ambiente. Un ambiente al que los amigos, que aún hoy conservo, también pertenecían. Todos pertenecíamos a alguna Cofradía. Todos disfrutábamos, y aún lo seguimos haciendo, esa Semana como ninguna otra.
En vísperas, noches de ensayos, de cornetas y tambores, de hondos sonidos de timbal, de risas, de bromas, de amigos...
Y aún sigue estando ahí ese gusanillo, ese come-come que se hace más y más fuerte conforme se acerca la primavera, que se hace tan intenso, que hasta me parece notar el olor del incienso mucho antes de prenderse el Domingo de Ramos.
Otro año más, se acerca la Semana Santa y vuelvo a esperarla con la candidez e inocencia con que la esperaba cuando era un niño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario