domingo, 29 de noviembre de 2009

COMO CAMBIAN LOS TIEMPOS


A mis treinta y pocos, siento añoranza por la música que solía escuchar y bailar con cierta pasión cuando aún no llegaba a los 20, en incluso después.

Musicalmente hablando soy una persona de formación auditiva ecléctica. Fueron mis hermanos mayores quienes, en un primer lugar, influyeron en mí de una forma dispar. Mientras a mi hermano Antonio le gustaba Barón Rojo, Alaska y Dinarama, Loquillo, El Último de la Fila...., a mi hermano Manolo le gustaba acariciar su alma con Silvio Rodríguez, Aute, Sabina o grupos como Mecano.

Lo más "durillo y marchoso" del mayor, con lo más delicado del segundo, prendieron en mí conformando un gusto musical que, con el paso de los años, ha ido enriqueciéndose gracias a la influencia de mis amigos de juventud. Así pués, gracias a Sergio y Choche, Depeche Mode marcarán de forma extraordinaria, convirtiéndose no solo en la melodía común de aquella época, sino en un hito que unirán voluntades, actitudes, valores y marcarán una pauta que seguíamos como si de una religión se tratase. Junto a ellos, U2, que aún hoy siguen despertando pasiones allá por donde van y se han convertido en un grupo indiscutiblemente mítico.

Héroes del Silencio suponía para nuestro grupo lo que Depeche, pero como producto nacional. Cantábamos sus canciones coralmente mientras nos tomábamos un cubata de 150 pesetas en el Pk2, en el Claro, Boca Abajo, en el Tanga, o en la Escalera, garitos todos ellos que aglutinaban toda la pasión y ganas de vivir de una generación de jóvenes de Úbeda que, por aquellos entonces, descubríamos un universo de posibilidades que se abría ante nosotros.

El escribir estas líneas viene a colación a propósito de una canción de aquellos años. Lo cierto es que es de algunos años antes, los 80, pero que por las mencionadas influencias familiares, pasó a formar parte de mi repertorio de cintas de cassette.

Escuchando hoy a Loquillo, concretamente La Mataré, no he podido evitar el pensar en la naturalidad con la que en aquellos años, aquel éxito se escuchaba y se cantaba entre los jóvenes de aquellos años.

Hoy, pienso que ningún grupo o artista podría o sería capaz de hacer un tema así. Sin duda, se pediría su retirada de forma inmediata desde distintos estratos políticos y sociales.

Para mí, no ha sido y no es más que una canción de "desamor" que en ningún momento he considerado que hiciera apología del maltrato a la mujer cosa, que por otra parte, deploro y abomino desde lo más profundo de mi ser.

Aún a riesgo de ser "crucificado", pongo este tema de "El loco", que forma parte, como he dicho, no sólo del universo musical propio, sino del de muchos jóvenes de aquellos años.

Vuelvo a reiterar. Contra el maltrato, tolerancia cero.

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